Tarta de calabaza y crema de queso

Como ya os conté el otro día, después de hacer los cupcakes para Halloween me sobraron ingredientes. Como no tenía más ganas de cupcakes (ni de complicarme la vida, todo sea dicho), preparé un bizcocho de yogur de limón para montar esta tartita en un momento.

Como os digo, yo la hice como receta de aprovechamiento (¡aquí no se tira nada!), pero os incluyo los ingredientes, con los enlaces a sus respectivas recetas, por si os apetece prepararla.


 

Como veis, ha quedado de lo más resultona... ¡y deliciosa!

INGREDIENTES

• 1 bizcocho de limón
• Glaseado de queso (cheese buttercream): he usado algo más de la mitad de lo que sale con las cantidades de ingredientes que os dejo en la receta.
• Mermelada de calabaza casera

PREPARACIÓN

He preparado el bizcocho en un molde altito, de unos 17 cm de diámetro, para poder hacerle tres capas.

Cuando el bizcocho está frío, lo desmoldamos con cuidado y le cortamos la parte de arriba, para que quede recto. ¡Pero la "tapa" del bizcocho tampoco se tira! La podemos envolver en papel de aluminio y congelar, para hacer cakepops otro día.

Con un cuchillo afilado y de hoja larga (yo uso uno para cortar jamón) cortamos el bizcocho en tres capas.

Rellenamos con la mermelada de calabaza, montando la tarta.

Cubrimos con el glaseado de queso, con ayuda de un cuchillo redondo o de una espátula, y decoramos al gusto.

Para la decoración, he aprovechado dos calabacitas de fondant, que me sobraron de hacer los cupcakes de Halloween, y las mismas bolitas negras que usé el otro día. Con esta decoración, nos sirve como tarta de Halloween, aunque esta misma receta la podemos usar en cualquier ocasión, con otra decoración.

Pues ya veis lo fácil que ha sido. Espero que os guste tanto como a nosotros.

Besitos y... ¡hasta el próximo post!